¿Para qué quiero ir a un psicólogo si me duele de verdad?
“El dolor está y nace de tu sistema nervioso. Esto no quiere decir que no exista; el dolor que tienes es tan real como tu propia existencia.” Esta frase, incluida en un artículo de Almudena Mateos, psicóloga especialista en dolor, define claramente la respuesta de muchas personas que padecen dolor y se sienten incomprendidas.
Una reflexión que debemos aprender sobre la psicología del dolor es que el dolor no tiene por qué ser igual a daño, y el daño no tiene que ser igual a dolor. En ocasiones podemos haber sufrido un dolor y no haber sufrido ningún daño, y viceversa. Si nos paramos a pensarlo, a lo largo de nuestra vida habremos experimentado numerosas experiencias así.
Una experiencia dolorosa produce cambios en aspectos psico-emocionales tan importantes como el estrés, el miedo o la seguridad en uno mismo, que tienen como consecuencia un incremento en el nivel de percepción del dolor. Es como una pescadilla que se muerde la cola, como una noria perversa que no frena y que, como consecuencia, invade toda nuestra vida.
Sin embargo, esto no tiene por qué ser así para siempre. En psicología conductual se emplean numerosas herramientas y métodos para provocar cambios que permiten al paciente poner en marcha ejercicios concretos para revertir el mencionado círculo vicioso.
El dolor requiere de intervención multidisciplinar. Por ello, además de los tratamientos y servicios que te ofrezco, para todo lo relacionado con la psicología del dolor cuento con la inestimable ayuda de Almudena Mateos González, psicóloga especializada en el tratamiento del dolor crónico.